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ARTE COMO METAMORFOSIS
La fragilidad humana, los duelos y los espacios de refugio emocional.
Texto e ilustraciones:Silvia Ortiz
El arte como ese refugio, la esfera en la que masticas, rumias, tragas, te expones, regurgitas, vomitas, recoges ese vomito y te lo vuelves a tragar... vomitas dolor, desgarro, miedo, vacío, desesperanza, para luego poco a poco convertirlos en belleza que alivia, que se va expandiendo como un bálsamo ligero, con olor a mar y a bosque, como una caricia a la vida y a esos mundos emocionales conmocionados, en donde los dolores se reubican, la consciencia se expande, y toma protagonismo la fragilidad abierta y amplia como mi mayor fortaleza.
Así, así se me ha desgarrado y recompuesto todos los cuerpos que me contienen en el tránsito de mi duelo con B.R., en donde la pintura con acuarela (el agua como conexión primaria), el teatro, la danza, la encuadernación artesanal y la música, me han devuelto el deseo integral como motor que me impulsa.
En la parte inicial de mi duelo, me surgió pintar a B.R. de diferentes formas, con todos los significados que me susurraba su inscripción en mi piel, en mi olfato, mi boca, mis ojos, mis oídos. Luego empecé con el autoretrato, me dibujé exponiendo el deseo de mis mundos imaginarios mundanos, emocionales, sutiles y delicados.
Y así, poco a poco se fue destilando el dolor, la añoranza, el deseo, los sueños con Ella.
Este escrito, más que un tratado de arte y duelo, es una confesión desnuda de tripas, del tránsito del hueco hondo oscuro y frío, a la reflexión de mi mundo emocional, identificando el por qué y cómo me fui a esas profundidades de fusión e ilusionismo en un espacio de “descuido” de mi estado de alerta feminista. Es lo que tienen las construcciones de las emociones, que son culturales y nos contienen, aún con el trabajo teórico-práctico de la deconstrucción del entramado del “Amor romántico” y sus violencias sutiles.
Sigo con mi confesión
Ahora, en mi proceso de destilado hay mucho amor, agradecimiento y respeto hacia B.R. Ha sido y sigue siendo un gran Amor en mi vida, una persona maravillosa con la que tuve la enorme suerte y placer de encontrármela en el camino y aprender mucho de mi con Ella.
Gracias infinitas a la vida y al poder transformador del arte, que me ha generado espacios y mundos abstractos para re-encontrarme y seguir en mi proceso de autoconocimiento y ternura.
