¿Por qué nos cuesta y duele tanto “romper” lazos?
Mer González
En muchas ocasiones he experimentado que romper con alguien amado es muy doloroso, principalmente lo he sentido en relaciones amorosas pero también en amistades en las que, por un motivo u otro, llegaron a un momento de vida en la que más que sumar, restaban.
Hace un tiempo me he inmerso en la reflexión de este sentimiento, casi de vacío o de gran pérdida, tras este las rupturas, sean del tipo que sean. Muchas de las teorías que “justifican” esta sensación hablan del apego y de la dependencia, y no les falta razón, pero ¿qué hay más en el fondo?, qué hay cuando traspasas ese ego por el que tal vez generamos apegos no seguros y ese punto de dependencia.
En mi último viaje de ácido entré a él haciéndome ciertas preguntas sobre la vida, el porqué de la existencia humana, el propósito de vida, qué ocurre tras la muerte del cuerpo… Ya sabes, lo que viene a ser un par de preguntas existenciales. Total, que estaba bien inmersa en este trip existencial, cuando comienzo a sentir cómo de mi corazón salen líneas luminosas y estas se conectan con todos los seres de este universo, humanos, animales, plantas, árboles, en ese momento soy capaz de sentir toda y cada una de las conexiones. Una sensación de pertenencia, plenitud y unidad como jamás antes había sentido, tal vez, algo similar a cuando te sientes perteneciente a un grupo de amigos o una pareja, pero más aguda, más fuerte, más completa y profunda.
Y comencé a preguntarme: ¿por qué no sentimos esta conexión para con los otros? O amenos yo no lo había sentido nunca jamás antes como en esta ocasión. Solemos vivir en un plano independiente y desconectado, en cierta manera. Y de repente ¡me vino! ¿Por qué nos duele tanto las rupturas y las pérdidas? En ese momento lo sentí en mi propio cuerpo, muy en el fondo de nuestro ser sabemos que tenemos esa conexión universal para con el todo. A pesar de esa “desconexión” en la que aparentemente vivimos generada a medida de ir usando nuestro disfraz egóico, sabemos que hay algo más, hay una red de conexiones y anhelamos sentirla. Y es por eso que cuando conectamos profundamente con alguien lo vivimos como ese puente a la conexión universal. Solo falta que rompamos ese “puente” para volver a sentirnos solos en el universo, anhelando lo que por un segundo hemos logrado rozar con las yemas de los dedos, una sensación de no pertenencia al todo y, eso, duele mucho.
Pero y si te digo que nuestra verdadera naturaleza está conectada, que no somos seres solitarios sino que, al igual que los ya estudiados mushrooms, entretejemos nuestras almas entre todos nosotros y no sólo entre humanos, sino también animales, plantas y cualquier ser viviente de este plano. Y que si logras sentir, aunque solo sea por un segundo esta conexión, no solo con las yemas de los dedos, sino con el corazón, todo cambia.
No se cómo irá en mi futuro medio/largo plazo, puesto que aún estoy en el proceso de integración de este viaje Pero a día de hoy sigo sintiendo esta conexión universal en mi corazón y esto me hace estar más abierta y compasiva con todos los seres, entendiendo de una forma mas profunda, hablando de los humanos, nuestro miedo a “esa soledad” nacida de no poder sentir la conexión universal.
Me gustaría compartir contigo una meditación guiada que he creado con le propósito de compartir el camino a sentir, por un instante, esta conexión con el todo de la que te he hablado en este texto.
Muchas gracias por dedicar un ratito de tu tiempo en leer este escrito y espero que te ayude en tu búsqueda.
Con amor,
Mer.